Aunque la posibilidad de fallo en pruebas genéticas es baja, esto implicaría volver a biopsiar el blastocisto no diagnosticado. La repetición de la prueba implica una segunda ronda de biopsia y una segunda ronda de vitrificación. Por otro lado, también puede existir la posibilidad de que las pacientes soliciten pruebas genéticas en embriones no biopsiados que ya están criopreservados, esto para asegurarse una transferencia de un embrión euploide. En este caso, aunque se realice una única biopsia, será necesario realizar dos procedimientos de criopreservación.
La evidencia científica ha demostrado que el calentamiento de embriones previamente vitrificados, seguido de biopsia y recongelación, mantiene la viabilidad del embrión y las tasas de embarazo clínico (2). Además, dado que el blastocisto rebiopsiado es euploide en un alto porcentaje de casos y esto conlleva resultados de embarazo favorables, esta estrategia merece ser considerada para todos aquellas pacientes que quieran conocer el estado de ploidía de toda su cohorte de embriones, y particularmente para aquellos pacientes que no tienen otros embriones disponibles para transferir (3).
(1)Rodriguez-Purata J. et al. El resultado reproductivo se optimiza mediante el cribado genómico del embrión, la vitrificación y la posterior transferencia a un endometrio sincrónico preparado. J Assist Reprod Genet. 2016 Mar; 33(3): 401-412.
(2) Wilding M. et al. Estrategia de desvitrificación, biopsia y revitrificación para PGT-A en embriones previamente criopreservados. Facts Views Vis Obgyn. 2019, 11 (3): 223-227
(3) Neal S.A. et al. Cuando las pruebas genéticas de preimplantación basadas en la secuenciación de próxima generación para la aneuploidía (PGT-A) arrojan un informe no concluyente: resultados de diagnóstico y resultados clínicos después de la re biopsia. JARG. 2019, 36:2103-2109.